Calendario de Adviento

Aunque ya se están acabando las Navidades no podía dejar de contaros las cosas que he hecho para estas fiestas. No todo es coser. He descubierto una tienda especializada en scrapbooking cerca mi casa, Lady Mua. Y el mes pasado asistí a un taller para hacer un Calendario de Adviento.  Consiste en una caja de madera con forma de arbolito con 24 puertecitas, dónde se guardan las sorpresitas.
Os resumo un poco cómo lo he hecho.

Lista de materiales:
Árbol de madera con puertecitas.
Papel de scrap
Adornos de madera con motivos navideños
Tinta para teñir las piezas de madera
Clips de fantasía
Números de pegatina
Cascabeles
Arpillera
Adorno navideño con forma de nieve
Bolitas de árbol navideño

Primero pintamos la caja de blanco

Después se cortan  el papel de scrap 24 cuadradados para forrar las puertecitas. Hay papeles con motivos navideños que quitan el hipo.

 En mi casa como estamos en fase Frozenmanía aproveché los cartones de unas braguitas con los dibujos de Elsa y Ana para adornar dos puertas.

 Esta es la parte más delicada. Tenemos que ir aprovechando los dibujos del papel para que se adapte al tamaño de nuestras puertecitas. Y que el conjunto de recortes combine bien. Antes de pegar los cuadraditos colocamos los clips de fantasía. A continuación las pegamos.

Teñimos las piezas de madera y las pegamos por las puertas y por la parte exterior.

Después con un hilo y un alfiler vamos colocando todos los cascabeles a modo de manillas en cada puertecita. Y sujetamos los hilos con washitape.

Pegamos los números.

Para darle más volumen colocamos una tira de arpillera  con pliegues. Yo lo remate con la máquina de coser para evitar que se desilache. Y cosí unos adornos de nieve y bolitas.

Ala!, y ya tenemos el Calendario de Adviento. Para el año que viene ya lo tengo hecho. Y si me da el puntazo, se puede despegar todo y volverlo a hacer.

¡¡Y ahora el relleno!! Lo bueno que tiene este Calendario de Adviento es que las sorpresas se pueden ir haciendo cada día.  Como las puertas se abren facilmente si colocamos todo nos arriesgamos a que los niños tengan la tentación de abrirlas antes de tiempo.
A las niñas les puse monedas de chocolate y otras chocolatinas, pegatinas, pequeñas libretas básicas tuneadas con washi, pequeños juguetes de Tiger, una tienda alemana tipo chino, adornos de repostería para hacer galletas, y cupcakes...
La mayor me exigía una minigincana cada día. Total, que entre elegir una sorpresa y buscar el recorrido que tenían que seguir para encontrarlo no me he aburrido nada de nada, jajaja, y luego me pregunto por qué no me cunde. Pero ha valido la pena. Están en una edad preciosa llena de ilusiones, juegos, fantasía, descubrimientos, libre de preocupaciones..., pienso que tendrán buenos recuerdos de su  infancia cuando sean mayores.